
Guía de estudio
7 DE MAYO: Mirar hacia adelante 1. ¿Alguna vez sufrió una enfermedad o lesión que le Más detalles
Durante siete días celebrarás la fiesta solemne en honor de Jehová, tu Dios, en el lugar que Jehová escoja, porque te habrá bendecido Jehová, tu Dios, en todos tus frutos y en todas las obras de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
Deuteronomio 16:15 (RVR)
Al finalizar el año y acercarnos a la época de las fiestas, recuerdo que Dios nos llama a celebrar. En el versículo citado arriba, el Señor ordena a su pueblo a «estar verdaderamente alegre». En hebreo, la palabra traducida como «celebremos» es sameach. Este término connota alegría, gozo, una felicidad casi infantil, gracias a la presencia y a la provisión de nuestro amante padre Dios.
Cuando era niña, me encantaba jugar con el barro. Podía pasar horas apoderándome de mi imaginación para crear tortas, caminos y castillos del lodo. Por supuesto, como consecuencia de mi labor creativa, regresaba a casa cubierta de lodo. Mi madre me saludaba desde la puerta, con las manos en las caderas y el ceño fruncido. Aunque no le gustaba el estado en que estaba mi ropa, secretamente se sentía orgullosa de mí porque expresaba mi creatividad. Más allá del gesto, siempre supe que su corazón estaba lleno de amor y que disfrutaba que yo fuera feliz creando y construyendo en el barro.
Que siempre podamos dibujar una sonrisa en el rostro de Dios al buscar formas de celebrar creativamente la llegada de Emanuel, Dios con nosotros. Y que podamos hacer lugar en nuestra rutina cotidiana para sentir el don de gozo y asombro infantil en la presencia del Señor.