Evangelio según San Juan 10:1-11
1
«De cierto, de cierto les digo: El ladrón y el salteador es el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que trepa por otra parte. 2
Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas. 3
A éste el portero le abre, y las ovejas oyen su voz; y él llama a las ovejas por su nombre, y las saca. 4
Y una vez que ha sacado a todas sus ovejas, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. 5
Pero a un extraño no lo siguen, sino que huyen de él, porque no conocen la voz de gente extraña.» 6
Jesús les dijo esta alegoría; pero ellos no entendieron qué les quiso decir. 7
Una vez más Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8
Todos los que vinieron antes de mí, son ladrones y salteadores; pero las ovejas no los oyeron. 9
Yo soy la puerta; el que por mí entra, será salvo; y entrará y saldrá, y hallará pastos. 10
El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.