Paul W. Chilcote | Leer Carta a los Hebreos 7:23-28
El autor de Hebreos se refiere a Jesús a lo largo de esta carta como un gran sumo sacerdote. El retrato del sumo sacerdote del Antiguo Testamento, Melquisedec, prefigura el sacerdocio perfecto de Jesucristo. Jesús perfecciona este santo oficio mediante su obediencia y sufrimiento (véase Hebreos 5:8-10). Como pionero de...
DIos perdonador y restaurador, estamos agradecidos por la forma en que Jesús se entregó libremente y de una vez por todas para que todos pudiéramos vivir, y vivir en abundancia. Ayúdanos a abrazar nuestra identidad como pueblo perdonado. Amén.
A veces podemos mirar atrás y ver por qué nos sucedieron cosas difíciles, pero no siempre es así. Job nunca entendió del todo su historia, pero finalmente sometió su vida a Dios con humildad. En el caso de Job, Dios restauró con abundancia. El salmista también se alegra de que, aunque el justo pueda sufrir, Dios trae la restauración final. La lectura de Hebreos sigue celebrando el papel de Cristo como sumo sacerdote compasivo. A diferencia de los sumos sacerdotes humanos, que sólo sirven durante un tiempo, Cristo sigue siendo nuestro sacerdote para siempre. Un hombre sin vista en Jericó conoce la compasión de Jesús y clama por ella, a pesar de los intentos de silenciarlo. Pide a Jesús misericordia y sanidad física en su caso, y Jesús le concede su petición porque el hombre ha mostrado una gran fe.
-Lea Job 42:1-6, 10-17. ¿Cuáles son sus finales felices e infelices? ¿Cómo reconoce ambos?-Lea el Salmo 34:1-8, 19-22. ¿Cómo le libera Dios de sus miedos? Recuerde una experiencia reciente de esto.-Lea Hebreos 7:23-28. ¿Qué distinción establece entre sacrificio y ofrenda?-Lea Marcos 10:46-52. ¿Cómo responde a la pregunta de Jesús:«—¿Qué quieres que haga por ti?».
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