Steve Harper | Leer Jeremías 33:14-16
Escribimos estas meditaciones unos dos años antes de que usted las lea. Si recuerdan, hace dos años la esperanza escaseaba. A escala nacional e internacional, cívica y religiosamente, era fácil sentirse desesperanzado, o al menos fácil ser ambivalente sobre el futuro. Cuando alguien me preguntaba: «¿Crees que las cosas van...
Dios de los tiempos intermedios, esperamos que las cosas mejoren. Danos la gracia de aferrarnos a esa esperanza. Algunos días es todo lo que tenemos. Amén.
Mientras preparamos nuestros corazones para el Adviento, la celebración de la primera venida de Jesús, recordamos en Jeremías que el nacimiento de Jesús tiene un trasfondo profundo enraizado en la promesa de Dios a David. El Salmo 25, tradicionalmente atribuido a David, habla de la fidelidad de Dios a los que siguen los caminos del Señor. David pide a Dios que le enseñe a seguir aún más de cerca los caminos de Dios. En realidad, las lecturas del Nuevo Testamento nos orientan hacia la segunda venida de Jesús. Pablo anima a los tesalonicenses a abundar en santidad y amor mientras esperan. En Lucas, Jesús habla de la llegada del Reino en un pasaje que algunos consideran confuso. Observamos que no se centra en el momento exacto de la llegada del reino, sino en nuestra necesidad de estar alerta.
PREGUNTAS Y SUGERENCIAS PARA REFLEXIONARLea Jeremías 33:14-16. ¿Cómo ha experimentado las promesas de Dios en su vida?Lea el Salmo 25:1-10. ¿Cómo le ha enseñado y guiado el Señor en el camino de su vida?Lea 1ª de los Tesalonicenses 3:9-13. ¿Hay alguna comunidad de fe por la que ora con alegría? ¿De qué otra manera expresas su gratitud por esa comunidad?Lea Lucas 21:25-36. ¿Cómo se está acercando al Adviento este año?¿Qué hará para preparar su corazón?
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