Edgardo Co l ó n E m e r i c | Leer Evangelio según San Juan 13:1-17, 31-35
Por nosotros y para nuestra salvación, Jesús se «sentó otra vez a la mesa» (DHH). Entre los evangelistas, Juan es una excepción en cuanto no incluye una narración de la institución de la Santa Comunión. En cambio, nos invita a contemplar el fundamento trinitario que sostiene la celebración de la...
Señor Jesús, he fallado al no ser un anfitrión hospitalario. Muéstrame cómo servir a todos, incluso a mis enemigos, sin contar el costo. Amén.
«Por nosotros y para nuestra salvación». Esta frase del Credo Niceno, que cumple 1.700 años este año, resume el corazón del Evangelio de Juan. La vida y obra de Cristo fue por nuestra causa. Todo lo que Jesús hizo y experimentó está lleno de misterios salvíficos. Son misterios porque las vistas, los sonidos y los aromas de la gloria de Dios sobrepasan nuestros sentidos físicos y nuestra comprensión intelectual. Son salvíficos porque a través de estos misterios llegan los dones de perdón, esperanza y sanación. Esta Semana Santa, el Evangelista Juan será nuestro guía hacia estos santos misterios. A través de la contemplación de las lecturas del Evangelio, confesaremos con renovado vigor y comprensión más profunda que «por nosotros y para nuestra salvación» Jesús vivió, murió y resucitó.
P R E G U N T A S Y S U G E R E N C I A S P A R A L A R E F L E C C I Ó N
• Lea Juan 12:1-11. ¿Puede recordar un momento en el que la presencia de Dios le abrumó? ¿Cómo compartió esta experiencia con los demás?
• Lea Juan 12:30-36. ¿Cuándo ha pasado por alto las señales de la presencia de Dios? ¿Qué le ayudó a darse cuenta más tarde de que Dios había estado allí todo el tiempo?
• Lea Juan 19:38-42. ¿Qué papel juega el silencio divino en su relación con Dios? ¿Cuándo es este silencio un regalo?
• Lea Juan 20:1-18. ¿Dónde busca y encuentra señales de resurrección? ¿Cómo mantiene vivas sus esperanzas?
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