Benjamin J. Dueholm | Leer Evangelio según San Juan 14:23-29
Comenzamos la semana considerando las oportunidades que hemos tenido para proporcionar algo que otra persona necesitaba. Ahora, al completar el círculo, reflexionamos sobre las veces que hemos estado en el otro lado, recibiendo. A veces me he encontrado en algún tipo de problema, ya sea atrapado en un plan que...
Querido Jesús, gracias por los regalos que das y las formas en que los das. Sintoniza mi corazón para recordar, ser agradecido y mirar hacia adelante con esperanza. Amén.
En el Evangelio de esta semana, Jesús está preparando a sus amigos para su partida, prometiéndoles el Espíritu Santo, quien los guiará a través de la inevitabilidad de la pérdida y la confusión. En los Hechos, escuchamos una historia de este Espíritu actuando en las decisiones concretas que enfrentaron los primeros misioneros. El Espíritu también le concede a Juan, el autor de Apocalipsis, una visión de una ciudad que ha sido restaurada y redimida por la gracia de Dios. En estos pasajes, el Espíritu es tanto una fuente de esperanza más allá de nuestra propia percepción como una ayuda para nuestras decisiones necesarias. Al igual que el ruego del salmo para que el rostro de Dios brille sobre nosotros, el Espíritu nos lleva a buscar y anhelar más.
PREGUNTAS Y SUEGERENCIAS PARA LA REFLEXIÓN
Lea Juan 14:23-29. ¿Qué más necesitamos esperar? ¿Qué dones necesitamos que el mundo no puede dar?
Lea Hechos 16:9-15. ¿A qué decisiones que debe tomar invita al Espíritu a ayudarle? ¿Cuándo ha llegado el Espíritu sin ser invitado a su proceso de toma de decisiones?
Lea Apocalipsis 21:10, 22–22:5. ¿Dónde ve a Dios trabajando para redimir o transformar su propia comunidad? ¿Dónde están abiertas las puertas, y dónde están cerradas?
Lea el Salmo 67. ¿Qué esperamos y por qué trabajamos en nombre de quienes no conocemos o amamos? ¿Qué debemos esperar y por qué debemos trabajar?
Responda publicando una oración.