Cedrick Bridgeforth | Leer Salmos 91:14-16
En una ocasión, visité los Campos de la Muerte cerca de Phnom Phen, en Camboya. Al recorrer las fosas comunes que albergan los cuerpos de más de un millón de personas asesinadas entre 1975 y 1979, se percibía una yuxtaposición de sonidos: en primer plano, el canto de los pájaros...
Dios de los pecadores y de quienes han sido víctimas de pecado, permite que encontremos en ti la salvación y la reconciliación. Amén.
Mientras Jeremías está en prisión, Dios le dice que compre un campo. Esta transacción muestra que, en el futuro, la vida volverá a la normalidad. Es otra profecía de promulgación, que se da mediante acciones en lugar de solo palabras. El salmista se regocija en la protección que Dios brinda a los fieles. Dios es una fortaleza, una cobertura y un escudo. Pablo exhorta a sus lectores a no caer en el materialismo. El amor al dinero, no el dinero en sí, es la raíz de toda clase de maldad, y quienes están obsesionados con él basan sus esperanzas en arenas movedizas. Jesús cuenta una parábola sobre un hombre rico que cayó en esa misma trampa. Solo después de la muerte, cuando ya es demasiado tarde, se da cuenta de su error.
• Lea Jeremías 32:1-3a, 6-15. ¿Cómo viviría si las promesas de Dios ya fueran ciertas?
• Lea el Salmo 91:1-6, 14-16. ¿Cómo usted regresa a Dios con esperanza en tiempos de oscuridad?
• Lea 1ª a Timoteo 6:6-19. Ya sea que usted tenga pocas o muchas posesiones, ¿cómo esas posesiones le impiden seguir a Jesús?
• Lea Lucas 16:19-31. Dios nos conoce a todos por nuestro nombre. ¿Usted conoce los nombres de las personas de su comunidad que tienen necesidades obvias o internas insatisfechas?
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