Sr. Emmanuel O. Afolabi (Lagos, Nigeria)
El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían. - Nahúm 1:7 (DHH)
La viuda en la historia en el evangelio de Lucas, capítulo 7, estaba desesperada. Había perdido a su marido y ahora su único hijo había muerto. La multitud que la rodeaba pronto regresaría a casa. Ella se quedaría sola con su dolor. Cuando Jesús la vio, se conmovió. Él la consoló y resucitó a su hijo.
Cuando vemos a personas afligidas, hambrientas, o desamparadas, ¿prestamos atención o nos alejamos? Como seguidores de Jesús, no debemos ser crueles en un mundo ya cruel. Como Cristo, debemos ser conmovidos por el dolor de los demás.Estamos llamados a llevar compasión y empatía al mundo.
Podemos quedar atrapados en nuestro mundo supuestamente perfecto. Es fácil pensar que somos más cuidadosos, disciplinados, religiosos o más inteligentes que otras personas menos afortunadas. Podemos sentirnos tentados a no preocuparnos por los problemas de los demás. Pero esta es una actitud cerrada. Como cristianos podemos mostrar bondad y hacer brillar la luz de Cristo para que el mundo la vea. Queda en nostros hacer del mundo un lugar mejor tendiendo la mano a los demás con compasión. Siempre existe la oportunidad de mostrar amabilidad hacia los demás.
Hoy buscaré oportunidades para mostrar bondad y compasión.
Por alguien que sufre
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