Sra. Navamani Peter (Karnataka, India)
Por eso, anímense y fortalézcanse unos a otros, tal como ya lo están haciendo. - 1ª a los Tesalonicenses 5:11 (DHH)
Hace seis años, cuando me enfermé con neumonía, mi nuera Carol se ofreció a cuidar de mí. Ella es doctora en medicina y decidió tomar tiempo libre para cuidarme en el hospital y luego en casa. Recientemente, me operaron de cataratas y, nuevamente, ella me cuidó hasta que recuperé la salud. Carol no solo tiene el conocimiento y la habilidad como médico, sino que también tiene mucha paciencia. Sobre todo, es una mujer de una fe profunda. Nuestro amor mutuo y nuestra fe en Jesucristo fortalece aun más nuestro vínculo.
Esto me recuerda la hermosa relación entre Rut y Noemí en la Biblia. La fe inquebrantable de Noemí y su amor por Dios y el compromiso de Rut con Noemí las acercaron más. En medio de la tragedia se aferraron a la fe y se aferraron juntas mientras regresaban a la tierra de Judá para un comienzo nuevo (Ver Rut 1).
Las relaciones dentro de las familias son especiales y complejas. Aunque pueden traer mucha alegría, también pueden traer desafíos. Nuestra fe puede ser una poderosa fuente de sustento durante tiempos difíciles. Nuestras relaciones y nuestro amor por Dios pueden ayudarnos a superar los desafíos y a apreciar los momentos de alegría.
Las relaciones son un regalo de Dios.
Por relaciones familiares desafiantes
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