Sr. Jorge Bravo (Lima, Perú)
...porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. - 1ª de Juan 5:4 (RVR)
He sido testigo de cómo una fe invencible puede superar cualquier situación adversa, sanar a enfermos, y vencer a enemigos poderosos. Cuantas veces he pedido con mucha fe un favor o un milagro a Dios, he podido comprobar cómo Dios responde con una mano poderosa. Es un asunto de tomar conciencia de qué tipo de fe es la que manejamos ante Dios. Si es débil, dudosa, sin convicción, este tipo de fe no conduce a nada, solo genera frustración y decepción de la existencia de Dios.
Pero, si nuestra fe está acompañada de convicción, fortaleza, seguridad y valentía, esta fe ha de generar respuesta de Dios, llenándonos de gozo y confianza por la respuesta recibida. Cuando nuestra fe es invencible, muchas cosas se pueden lograr para bien de las personas o pueblos, llegando a ser testigos del gran amor de Dios por todos los que a Dios claman. Que el Señor nos siga animando a mantener una fe invencible y poderosa para que muchos puedan creer en el poder infinito de Dios. No olvidemos su Palabra: «Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: ‘No temas, yo te ayudo’» (Isaías 41:13).
La verdadera fe es la fe que vence al mundo.
Por personas sin esperanza
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