Sra. Barbara Culley (Washington, EE. UU.)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, ...quien nos consuela ... para que,...nosotros podamos consolar a todos los que sufren. - 2ª a los Corintios 1:3-4 (NVI)
Me quedé fuera de la habitación del hospital donde mi padre yacía moribundo. Mis lágrimas corrían por mis mejillas, las olas del dolor parecían que iban a ahogarme en un torrente de emociones. Mi corazón clamó a Dios en ese momento brutal: «¡Por favor, Dios, por favor! Ayuda a mi...
Dios me consuela en momentos dolorosos para que yo pueda consolar a los demás.
Por alguien que necesita consuelo
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