Éxodo 14:1-18
1
El Señor habló con Moisés, y le dijo: 2
«Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen junto al mar, frente a Pi Ajirot, entre Migdol y el mar hacia Baal Sefón. 3
El faraón va a pensar que ustedes los israelitas andan perdidos en esta región, rodeados por el desierto. 4
Pero yo voy a endurecer el corazón del faraón para que vaya tras ustedes, y seré glorificado en el faraón y en todo su ejército. Así sabrán los egipcios que yo soy el Señor.» 5
Y cuando el rey de Egipto recibió la noticia de que los israelitas huían, su corazón y el de sus siervos se volvió contra ellos, y dijeron: «¿Cómo hemos podido permitir esto de que Israel se vaya y deje de servirnos?» 6
Enseguida el faraón unció su carro y echó mano de su pueblo, 7
tomó seiscientos de sus mejores carros de combate, y todos los carros de Egipto con sus respectivos capitanes. 8
Y el Señor endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, y lo hizo perseguir a los hijos de Israel; pero éstos habían salido con mano poderosa. 9
Los egipcios fueron tras ellos, con toda la caballería y los carros del faraón, y con su caballería y todo su ejército, y los alcanzaron a la orilla del mar, a un costado de Pi Ajirot y delante de Baal Sefón, donde estaban acampados. 10
Cuando los hijos de Israel levantaron la vista, vieron que el faraón se acercaba y que los egipcios venían tras ellos; esto les hizo tener mucho miedo, así que clamaron al Señor 11
y le dijeron a Moisés: 12
Esto es lo que te decíamos en Egipto, cuando te pedimos: “¡Déjanos servir a los egipcios! ¡Es mejor que sirvamos a los egipcios, y no que muramos en el desierto!”» 13
Pero Moisés le dijo al pueblo: 14
Quédense tranquilos, que el Señor peleará por ustedes.» 15
Pero el Señor le dijo a Moisés: 16
Y tú, levanta tu vara, extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, para que los hijos de Israel lo crucen en seco. 17
Yo, por mi parte, voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me glorificaré en el faraón y en todo su ejército, y en sus carros de guerra y en su caballería. 18
Y cuando me haya glorificado en el faraón, y en su caballería y carros de guerra, los egipcios sabrán que yo soy el Señor.»