Segundo libro de las Crónicas 24:1-14
1
Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén cuarenta años. Su madre se llamaba Sibiá, y era de Berseba. 2
Mientras el sacerdote Joyadá vivía, Joás hizo lo recto a los ojos del Señor. 3
Y Joyadá tuvo dos mujeres, y engendró hijos e hijas. 4
Pasado algún tiempo, Joás decidió restaurar el templo del Señor, 5
así que reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: 6
el rey llamó al sumo sacerdote Joyadá y le dijo: 7
Y es que la impía Atalía y sus hijos habían destruido el templo de Dios, y además habían dilapidado en los ídolos todos los objetos consagrados del templo del Señor. 8
Por eso el rey mandó hacer un cofre, y que lo pusieran a la entrada del templo del Señor. 9
Además, mandó pregonar por todo Judá y Jerusalén que se presentara al Señor la ofrenda que Moisés, el siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto. 10
Con mucha alegría, todos los jefes y todo el pueblo llegaron con sus ofrendas y las echaron en el cofre, hasta llenarlo. 11
Cuando llegaba el momento de que los levitas llevaran el cofre al secretario del rey, si veían que había mucho dinero, el escriba del rey y alguien nombrado por el sumo sacerdote venían por el arca y, luego de vaciarla, la devolvían a su lugar. Esto lo hacían diariamente, y recogían mucho dinero; 12
entonces el rey y Joyadá se lo daban a los que trabajaban en las reparaciones del templo del Señor. 13
Estos artesanos realizaban la obra, y con sus propias manos el templo de Dios fue restaurado y devuelto a su antigua condición. 14
Cuando terminaron, devolvieron al rey y a Joyadá el resto del dinero, y con él se hicieron utensilios para el servicio del templo del Señor, tales como morteros, cucharas, y vasos de oro y de plata.