Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha! - Salmo 139:9-10 (NVI)

Puede ser una sensación aterradora desorientarse y darse cuenta de que uno está perdido. Cuando era adolescente en el campamento de jóvenes exploradores, los líderes nos recordaban que si nos perdíamos en la oscuridad, debíamos caminar hacia la luz de la fogata.

Perderse puede pasarle a cualquiera, no solo físicamente, sino también mental, emocional y espiritualmente. En tales circunstancias es bueno tener a alguien en quien apoyarse, un amigo que nos acompañe, un guía que ayude a navegar el terreno desconocido por el que estamos pasando.

El Salmo 46:1 dice: «Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestra segura ayuda en momentos de angustia». Dios no nos abandonará. Sabe dónde estamos, lo que necesitamos y cómo ayudarnos en nuestra angustia. Si estamos abrumados, podemos mirar a Jesús, la luz del mundo, y pedir la guía de Dios.

Oración de hoy
Oh, Señor, que seamos siempre conscientes de que nos amas y nunca nos abandonarás. Fortalece nuestra fe y levántanos mientras oramos la oración que Jesús nos enseñó: «Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno» (Mateo 6:9-13, NVI). Amén.

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Lectura de hoy
Salmos 139:1-10

Pensamiento del día

No importa mis circunstancias, Dios siempre está cerca.

Oremos

Por quienes se sienten alejados de Dios


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