Roca sólida

Por muchos años mis padres fueron dueños de una pequeña cabaña en la costa de Oregón, EE. UU. Era un refugio maravilloso y el lugar perfecto para pasar los veranos. Pero durante un invierno muy severo, una marejada de tormenta extrema causó estragos en nuestra pequeña casa.

La tormenta fue tan severa que las olas monstruosas de la marejada y la lluvia torrencial comenzaron a erosionar la arena y las rocas que rodeaban la casa. Cuando la tormenta cesó, pudimos ver cómo el agua había removido la tierra frente a la casa y dejó expuestos los cimientos.

Sin embargo, a pesar de la ferocidad de la tormenta, la casa se salvó. Pese a los golpes que recibió, se mantuvo fuerte y de pie. Mientras miraba la casa de playa, todo lo que podía pensar era la parábola que Jesús enseñó sobre la casa construida sobre una base sólida. La escena frente a mí era exactamente lo que Jesús describió. Con la base de roca, permanecería de pie.

Así como nuestra casa de playa permaneció de pie gracias a su cimiento de piedra, nosotros podemos permanecer fuertes cuando nuestro cimiento está construido sobre la verdad de Dios, nuestra roca y nuestro Redentor.