Aunque imperfectos, nuestros actos de compasión y misericordia reflejan el amor de Dios al mundo.
Últimas imágenes
Al comenzar el día, mi alma se despierta a la maravilla de la presencia de Dios.
«Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor». Éxodo 33:14 (NVI)
A través de desiertos o bosques o cualquier tipo de obstáculo, Dios puede abrir un camino.
«Porque en su mano están las profundidades de la tierra». Salmo 95:4 (RVR 1977)
El amor de Dios desprende las capas externas de defensa tras las que a veces intentamos escondernos y llega a lo más íntimo de nuestro ser.
No importa en qué ámbito nos encontremos, con la ayuda de Dios podemos convertirnos en gigantes.
Dios está de pie y llama a tu puerta. ¿Abrirás tu corazón y dejarás entrar a Dios?