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Cuando mantenemos nuestros corazones y nuestras mentes en las enseñanzas de Cristo, Dios nos mostrará el camino a seguir.
«Nuestro mundo existe en un delicado equilibrio de dar y recibir. Que aceptemos lo que se nos ofrece y demos generosamente de lo que tenemos.
«Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus camino»s. Proverbios 4:25-26 (NVI)
«Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación». Salmo 32:7 (NVI).
La luz se esparce sobre los justos y la alegría sobre los de corazón sincero. Salmo 97:11 (NVI)
Independientemente de nuestras diferencias individuales, estamos hechos para la comunidad.
«Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.d». Mateo 7:7 (NVI)
El bienestar de todas las criaturas, tanto humanos como animales, depende del respeto y el cuidado de los semejantes.
«Pero tú, Señor, eres el escudo que me protege; tú eres mi gloria; tú mantienes en alto mi cabeza». Salmo 3:3 (NVI)